Los bebés y los niños están libres de los prejuicios y tiene tendencia a estar energéticamente equilibrados, por lo que la energía del Reiki fluye a través de ellos sin impedimento
En el caso de los bebés, el Reiki les resulta de gran ayuda en momentos como el del cólico del lactante, el inicio de la dentición, cuando tienen otitis o trastornos de sueño, etc… ayudando a reducir el dolor y la incomodidad del pequeño.
Muchos padres recurren a las sesiones de Reiki para sus niños cuando tienen problemas de hiperactividad, timidez, pesadillas, insomnio, depresión o porque han pasado por situaciones familiares que les producen angustia, como por ejemplo la separación o la pérdida de seres queridos.
Tanto en el caso de bebés o de niños de corta edad, la duración de la sesión se adapta a las necesidades de cada pequeño.
¡Ahora ya sabes que tu bebé o tu pequeño también puede disfrutar de los beneficios del Reiki!