Conocido como el lifting sin cirugía más efectivo, esta masaje facial reafirmante es mucho más que la última moda en tratamientos de belleza.
Se trata de un método emparentado con el shiatsu que combina movimientos suaves y profundos sobre puntos neurosensibles del rostro y el cuello para conseguir resultados visibles desde la primera sesión.

¿Qué ventajas tiene este tratamiento facial?
Esta técnica reafirmante no es únicamente un masaje de belleza, ya que además de trabajar sobre 16 de los músculos faciales superficiales también trabaja meridianos enérgéticos y puntos de acupresión. Por eso sus ventajas son dobles:
Desde el punto de vista de la belleza de la piel:
- Elimina toxinas y células muertas, haciendo que la piel esté más tersa y luminosa.
- Atenúa arrugas y líneas de expresión, aliviando la tensión de rosto y cuello.
- Reduce la flacidez y reafirma el óvalo facial.
- Oxigena los tejidos y estimula la producción de colágeno y elastina, responsables de la salud y rejuvenecimiento de las células de nuestra piel.
- Estimula los nervios faciales.
- Activa y mejora la circulación sanguínea.
Desde el punto de vista terapéutico:
- Produce alivio frente a migrañas y celafeas.
- Combate el estrés y mejora la circulación.
- Evita la rigidez facial y reduce el bruxismo (presionar dientes y mandíbula).
- Alivia el cansancio visual gracias a la estimulación de los nervios cercanos a los ojos.
¡Todos esto con una sola sesión!
También existe la opción de tratamiento integral: 6 sesiones divididas en 5 semanas, que permiten disfrutar de unos efectos más duraderos (entre tres y cuatro meses).
Según mi experiencia, quien prueba este masaje japonés, repite. No solo por los beneficios estéticos y el efecto «rostro descansado», si no por la sensación de bienestar en general y la mejora de ánimo y autoestima.
¡Es el momento de que tú también lo compruebes!
Duración del tratamiento: 1 hora 20 minutos.